
Freddie Mercury (nacido como Farrokh Bulsara; Stone Town, Ciudad de Zanzíbar, actual Tanzania, 5 de septiembre de 1946-Kensington, Londres, 24 de noviembre de 1991) fue un cantante y compositor británico de origen parsi que alcanzó fama mundial por ser el vocalista principal y pianista de la banda de rock Queen. Siendo intérprete, ha sido reconocido por su poderosa voz y extravagantes puestas en escena. Como compositor, escribió muchos de los éxitos de Queen, tales como «Killer Queen», «Bohemian Rhapsody», «Somebody to Love», «We Are the Champions», «Don't Stop Me Now», «Crazy Little Thing Called Love», «It's a Hard Life» o «Innuendo». Además de la actividad con la banda, en los años ochenta lanzó su carrera como solista que lo llevó a publicar dos álbumes: Mr. Bad Guy (1985) y Barcelona (1988), este último en colaboración con la soprano española Montserrat Caballé. El sencillo homónimo, una colaboración entre ambos, fue la canción oficial de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992.
Falleció por una bronconeumonía, derivada de complicaciones del SIDA, el 24 de noviembre de 1991, un día después de comunicar oficialmente que padecía esta enfermedad. En 2006, la revista Time Asia lo nombró como uno de los héroes asiáticos más influyentes de los últimos sesenta años. En 2005, en una encuesta organizada por Blender y MTV2, fue nombrado el mejor cantante masculino de todos los tiempos. En 2008, la revista estadounidense Rolling Stone lo colocó en el puesto 18 en su lista de los cien mejores cantantes de todos los tiempos. Mientras que Classic Rock, al año siguiente, lo consideró el mejor cantante de rock de la historia. Por su parte, Allmusic definió a Mercury como «uno de los líderes más carismáticos y dinámicos en la historia del rock».
Vida personal[]
Mientras que algunos críticos sugieren que Mercury ocultó al público su orientación sexual, otras fuentes se refieren a él como «abiertamente homosexual». Mercury se refirió a sí mismo como «gay» en una entrevista de 1974 con la revista NME, pero hay claras evidencias de que era bisexual. En una ocasión, él mismo se definió así. Por otra parte, habitualmente se distanciaba de Jim Hutton durante los eventos públicos en la década de 1980. Brian May comentó, al respecto, que considera que «llamarlo gay es algo muy simplista, esto sucede por darle demasiada importancia a su vida personal».
El cantante supo que era seropositivo siete años antes de morir, pero introducía los medicamentos en su mansión con total secretismo, para que nadie lo sospechara. Sin embargo, tanto Barbara Valentin (quien había sido pareja de Mercury entre 1983 y 1985) como Jim Hutton (última pareja del músico) han mantenido posturas distintas sobre cuándo Mercury se enteró de que era VIH positivo. Valentin, en una entrevista ante un medio alemán a la semana del fallecimiento del músico, dijo que él había recibido el diagnóstico seis años antes de su muerte, pero esto difiere de la biografía Mercury & me escrita por Hutton, ya que él establece dicha fecha en la Pascua de 1987.
Según un artículo de Laurie Marhoefer, historiadora de políticas trans y queer, durante la década de 1980 se desató una epidemia de VIH en el Reino Unido. Y tanto las autoridades como otras bandas famosas de la época se mostraron abiertamente homofóbicas, ya que responsabilizaron a los gais de haber propagado la enfermedad. A la vez, existía escasa información sobre cómo mantener relaciones sexuales seguras. Mercury, en todo este contexto, fue objeto de la misma discriminación. Por eso, no hacía mención de su sexualidad públicamente.

Mercury y Jim Hutton.
Controversias[]
El cambio de apariencia de Freddie Mercury en la década de 1980 estaba asociado a la estética de los gays, sobre todo por el corte de cabello y el bigote. Esto le trajo numerosas críticas, sobre todo en los Estados Unidos, donde algunos seguidores le arrojaron afeitadoras al escenario para pedirle que se afeitara. Y de esa manera «luciera menos gay».
Freddie Mercury, junto a los miembros de Queen, fueron criticados duramente en la misma década debido a que quebraron un boicot cultural de la ONU al realizar una serie de conciertos en un complejo de entretenimiento llamado Sun City en Bofutatsuana, en Sudáfrica, cuando todavía imperaba el apartheid, hacia el año 1984. Como resultado de estos conciertos, recibieron muchas críticas de varias revistas, entre ellas de NME. Años después, Roger Taylor, baterista del grupo, admitiría que fue «un error» acudir allí, por el aluvión de críticas recibidas, debido a que la prensa británica del momento interpretó que el hecho de acudir constituía un apoyo indirecto al apartheid que se vivía en el lugar, al tiempo que dijo que Freddie aceptó ir por lo bien pagado que estaba dar el concierto.
Otra polémica se desató en agosto de 2006, cuando una organización llamada Movilización y Propagación Islámica solicitó al ministro de cultura del gobierno de Zanzíbar que suspendiera la celebración a gran escala que tendría lugar por el 60.º aniversario del nacimiento del cantante. Dicha organización argumentaba que Mercury no era de Zanzíbar (a pesar de que había nacido allí) y que, por ser homosexual, contradecía su interpretación de la saría. Además, consideraba que el hecho de «asociar a Mercury con Zanzíbar degrada nuestra isla, que es parte del islam.